Benjamín D. Huisa-Cruz
bhuisa@unsa.edu.pe
En la actualidad es evidente que las nuevas tendencias dentro del arte han sucumbido ante un capitalismo agresivo que busca siempre acumular la mayor cantidad de dinero por encima del producto final ofrecido. Hace muchos años, cuando se hablaba de una película se tomaba en cuenta su calidad visual y narrativa, así como la percepción de la crítica especializada y no sus records en taquilla, que es lo que más importa actualmente en la industria del cine.
Al terminar de ver Jurassic World: Dominion (2022)me di cuenta que este nuevo cine de los remakes y los live action no solo buscan apelar a la nostalgia del espectador, sino que el nuevo cine de Hollywood ha caído en un triste deseo por homenajear el pasado estancándose sin poder ofrecer algo mejor. Buscando vender más entradas y ser los nuevos records en taquilla, llenan sus películas de un exagerado sentimentalismo, lo que en el mundo del anime se conoce como “fan service”. Me topé con esto la primera vez que vi Ready Player One (2018)de Steven Spielberg, un homenaje a la cultura pop que se llenó de escenas y personajes que, culposamente, deseabas ver (al menos a mí me gustó ver a personajes de mi infancia o videojuegos que consumí de niño). Pensé que este sería un fenómeno aislado, sin embargo, luego salieron muchos Live action de largometrajes animados del pasado, asimismo películas y series ambientadas en los 80 y 90 (Stranger Things, Wonder Woman: 1984, etc) todos repitiendo la misma fórmula, llenarse de nostalgia al espectador. Es por ello que quizá muchos padres hayan llevado a sus hijos a ver Jurassic World, buscando las mismas emociones que anteriormente nos proporcionó Jurassic Park (1993). Sin embargo, la película está repleta de planos idénticos a su antecesora de los 90’ e incluso trajeron a antiguos personajes (Aquí como otro ejemplo tendríamos a Spiderman: no way home (2021))
“Cualquier tiempo pasado fue mejor” parece ser la frase que motiva el marketing actual, y es entendible en películas que tienen cierto tipo de espectadores como las grandes sagas de Rapidos y furiosos (No tengo idea de cuántas secuelas tiene ¿6,8?) o incluso Star Wars (Que ya no solo salen nuevas películas sino también series). Sin embargo, que el nuevo cine esté dirigido solamente a ello, es preocupante.
A24 es una empresa cinematográfica muy conocida dentro del cine independiente, este año nos ofreció una película que a mí me pareció de lo mejor: The Northman (2022) que fracasó en taquilla y se quedó solo pocos días en cartelera. Hace unas semanas una nueva película suya estaba en estreno en los cines de Arequipa. Esta película era Everything everywhere all at once (2022)o en español Todo en todas partes al mismo tiempo. Vi esta película en dos oportunidades, quizá para convencerme de que esta podía ser el mesías del cine que tanto tiempo estábamos esperando. Sin embargo, quizá no sea del todo así.
Buscando vender más entradas y ser los nuevos records en taquilla, llenan sus películas de un exagerado sentimentalismo, lo que en el mundo del anime se conoce como “fan service”.
Everything everywhere all at once es quizá la película que más me ha gustado hasta ahora, por encima de The Northman y The Batman. No obstante, es importante comprender que el gusto personal no siempre debe ser un indicador al momento de calificar una película (por ello que muchos califican a las cintas de Marvel entre las mejores de todos los tiempos). Al grano, considero que esta nueva película de A24 repite los mismos patrones antes mencionados, solo que lo hace de forma más discreta. En años pasados muchos poetas buscaban romper con las estructuras establecidas por el canon literario, esto a través de los cambios de estructura o la ridiculización y parodia (James Joyce con La Odisea). Esta fórmula es la que aplica en Everything everywhere all at once, una parodia del cine y esto la hace especial, pero no una obra maestra.
Lo que ha llamado la atención y ha motivado ver la película a mucha gente es que esta cinta solo utiliza 25 millones de dólares de presupuesto (a comparación de Doctor Strange in the multiverse of madness que empleó 200 millones) y que incluso fue editada solo por 5 personas desde computadoras simples. Sin embargo, sus directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert, ya tienen experiencia en este tipo de películas y nos presentan una mezcla de comedia, drama, acción, etc.
La película nos cuenta la historia de una inmigrante china que vive ajetreada por las deudas y problemas con el Ministerio de Hacienda manejando un pequeño negocio (Típico arquetipo del ciudadano chino en EE.UU.) y un día descubre que existen múltiples universos en donde existen varias versiones de sí misma y que ella es la única que puede salvarlos de un gran mal que los atormenta. Existen múltiples referencias a películas como 2001: A space odyssey (1968), Ratatouille (2007), Crouching tiger, hidden dragon (2000), y algunos “homenajes” al tipo de cine de otros directores. Entonces, ¿Es un cine del pasado? ¿Es un Jurassic World? Nada de eso. Si bien, la película apela a la nostalgia también te cuenta una historia actual y cotidiana. Actual porque está ambientada en la cultura del Shitposting, una tendencia de internet por mostrar contenido de calidad pobre, irónico, sarcástico. Y cotidiana porque apela al sentimentalismo de hacerte sentir un personaje más: “Tú también en algún multiverso eres una persona exitosa”.
Everything everywhere all at once es una película que apela al sentimentalismo y la nostalgia del viejo cine, sin embargo, utiliza nuevas técnicas que hacen que el guion sea accesible. Una mezcla entre el clásico cine de superhéroes y el cine de arte. “Te ofrezco esta bebida que es de limón pero sabe a tamarindo”. El montaje es lo mejor de la película, aunque por momentos es eclipsada por escenas empalagosas. Esta es una cinta que busca ser original dentro de lo poco original, una película que en definitiva hay que ir a ver. Sin embargo, esto no la hace una obra maestra como ya muchos andan afirmando en sus críticas.