El buen vivir contra el mercado-total

Ayrton Armando Trelles Castro

atrellesc@unsa.edu.pe

Pensar que nuestra vida cada vez se somete a los poderes del mercado y que frente a ello no hay otra opción, puede ser algo pesimista, sin embargo, como es sabido, la esperanza sin pesimismo es un optimismo vacío. Sin duda, existe el sometimiento al mercado en nuestra sociedad. El valor de uso es inmediatamente remplazado por el valor de cambio. Pero, existe la esperanza de pensar con otra lógica que vaya contra la racionalidad del sistema actual, sometida al sistema neoliberal, ese atisbo de luz se relaciona con el buen vivir.   

Para Franz Hinkelammert (2014), asistimos al vaciamiento de la democracia. El economista y filósofo, explica que el neoliberalismo genera un proceso de transformación muy curioso, pues no necesita hacer que la democracia se extinga. Por el contrario, los movimientos que son funcionales al mercado, la enarbolan y, además, reclaman ser sus defensores. Es así como la democracia se ve como una envoltura, que reviste a la totalización del mercado.

El vaciamiento de la democracia, para ilustrarlo, es como la aporía del barco de Teseo. Este relato nos narra la travesía de una nave, reparada poco a poco por sus marineros. Cuando llega a su destino, el navío está completamente remplazado, sin embargo, sigue siendo el mismo. Sucede algo similar con las instituciones democráticas. En nuestra República se mantienen intactas, de igual forma con la división de poderes, sin embargo, esas instituciones están vaciadas de contenido porque son direccionadas a los intereses del poder económico. Y quizá están condicionados a intereses plutocráticos. 

Ha-Joo Chang (2004), estudia y compara aquellas instituciones que son exigidas por organismos económicos internacionales. Al analizar la normatividad requerida para hacer ejercicio del poder (económico-político), se busca que aquellos países, que quieran desarrollarse, necesitan echar mano de las instituciones que, los poderes internacionales, aconsejan construir. Estas instituciones exigidas son: sistema democrático, burocracia y poder judicial eficiente y libre de corrupción, protección de derechos de propiedad privada, control y gestión empresarial, instituciones financieras bien desarrolladas.

Las instituciones exigidas por los organismos económicos internacionales, según ellos, permitirían el paso de los países subdesarrollados al desarrollo. En el análisis de Ha-Joo, siguiendo la línea de la Escuela histórica de economía, el autor mencionado, discrepa con esos consejos, porque demuestra que los países del primer mundo, no necesariamente utilizaron las instituciones que recomiendan. Por lo que la actitud de los países desarrollados y los poderes internacionales, es retirar la escalera por la que ellos pudieron subir a la “cima” en la que se encuentran.

Karl Polanyi (2003), es otro autor que demuestra un paulatino proceso de cambio económico, donde diversas instituciones fueron causantes de conflictos. Pone de ejemplo al patrón Oro, cuyo mecanismo propició la denominada primera guerra mundial. El economista de origen húngaro, precisa que los poderes económicos y políticos llevaron a que el sistema capitalista fuese regido, cada vez más, por el mercado. Pero no cualquier mercado, sino uno con las instituciones y las características necesarias para conducir la economía a otro fin. De esta manera, la economía dio el siguiente paso: dejó de estar al servicio de la humanidad para que la humanidad esté al servicio de la economía. En su libro La gran transformación, explica que el cambio vivido –y que actualmente se mantiene– es aquel donde la economía ya no es para el ser humano, sino que el ser humano deviene en un homo economicus.

En nuestro país, durante el periodo en que gobernó Alberto Fujimori, históricamente nos encontrábamos entre los años de euforia del libre mercado. Aquí tenemos que puntualizar que esta forma de concebir la economía, no sólo traía consigo la teoría económica aplicada en Chile, sino una fuerte mística, con la que justificaban los valores y beneficios de una economía de mercado. La defensa acérrima a esos beneficios y valores, genera contracción con aquellos que tienen una fuerte pretensión de justicia social.

La mística del mercado (Hinkelammert, 2016; Bautista, 2014), es capaz de utilizar un lenguaje teológico para legitimarse. Incluso, invierten el mensaje de la teología de la liberación y su opción por los pobres. De tal manera que la justicia social no iba a ser el centro de la opción por las personas humildes, sino que la opción por los pobres es optar por el mercado.

En todo caso, el buen vivir es anticapitalista, y es la antípoda al mercado total. Esto se afirma a través de dos puntos: 1) está en contra de la idolatría neoliberal a la forma trinitaria del sistema: mercado, dinero y capital, 2) comparte la idea de que el mercado sea para el ser humano y no al revés.

Narran McClintock y Vallas (2005), que esa adoración al mercado, la asimiló Fujimori, gracias a Hernando de Soto y su hermano, que por los 90 radicaba en Estados Unidos. Ellos lograron acercar al ex presidente del Perú a Michael Camdessus, este personaje fue un alto jerarca del Fondo Monetario Internacional. El funcionario creó un departamento de teología en la mencionada institución internacional. Después de su reunión con Fujimori, no es casualidad que termine por aplicar el paquete de políticas conocidas hoy como “fujishock”, donde el objetivo fue establecer el mercado total.

Félix Jiménez (2001), desmiente el relato que nos narra la heroica historia de un presidente que logró vencer la crisis económica del Perú. Analizando por qué la economía mejoró durante los años de Fujimori, apunta que no fue necesariamente por las medidas económicas puestas en marcha por este régimen, sino por factores externos, entre ellos, el alza de precios de los minerales. Además, como una de las medidas económicas del régimen fue desregular la protección de los recursos naturales peruanos, el territorio de explotación de recursos naturales se multiplicó 4 veces más que en las décadas anteriores (De Echave, 2011), esto acentuó el carácter antiecológico del sistema neoliberal en nuestro país.

La lucha por la superación de un sistema de dominio y explotación, a su vez, se vio menguada. Las incertidumbres a inicios del siglo dan testimonio de esto. No era posible identificar las nuevas demandas y las consignas confundían a personas ajenas a los nuevos movimientos. En primer lugar, se denunciaba que la globalización no era inclusiva, como se solía pensar. Además, antiguas reivindicaciones emergían, por ejemplo, la visibilización de los pueblos originarios y la demanda por un buen vivir. En todo caso, el buen vivir es anticapitalista, y es la antípoda al mercado total. Esto se afirma a través de dos puntos: 1) está en contra de la idolatría neoliberal a la forma trinitaria del sistema: mercado, dinero y capital, 2) comparte la idea de que el mercado sea para el ser humano y no al revés.

Referencias bibliográficas

Bautista Segales, J.J. (2014). ¿Qué significa pensar desde América Latina? Hacia una racionalidad transmoderna y postoccidental. Madrid: Akal

Chang, H-J.. (2004). Retirar la escalera. La estrategia de desarrollo en perspectiva histórica. (Mónica Salomón, trad.). Catarata.

De Echave, J.  (2011).  El escenario actual: tendencias, desafíos y posibilidades, en La  Naturaleza colonizada. Ecología política y minería en América Latina. (Héctor Alimonda, coor.). CLACSO.

Hinkelammert, F. (2016). Totalitarismo de mercado. El mercado capitalista como ser supremo. Akal.

Hinkelammert, F. (2014). “La rebelión de los límites, la crisis de la deuda, el vaciamiento de la democracia y el genocidio económico-social”, en Reinventar la izquierda en el siglo XXI. Hacia un diálogo Norte-Sur. (José Luis Coraggio, Jean-Louis Laville, org.). CLACSO.

Jiménez, F (2001). El modelo neoliberal peruano: límites, consecuencias sociales y perspectivas, en El ajuste estructural en América Latina. Costos sociales y alternativas. CLACSO.

McClintock, C. & Vallas, F.(2005). La democracia negociada. Las relaciones Perú-Estados Unidos (1980-2000).  Fabián Vallas y Rocío Agulilar Otsu (trad.). Lima: IEP

Polanyi, K (2003). La   gran   transformación. Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo. Eduardo I Suárez (trad.). Fondo de Cultura Económica.

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