Ética y Moral: ¿Una disparidad con la sociedad?

Kevin Helpy Montoya-Cruces

kmontoyacr@unsa.edu.pe

Hablar de ética y moral sin conocer el sentido de la empatía, es como comer carnes rojas en viernes santo. Creemos conocer el significado de la ética y la moral, solicitamos que las personas sean “éticas” o que sean “morales”. Indefinidas veces utilizamos los mencionados conceptos, pero ¿realmente entendemos su significado?

Reconocemos nuestros actos como, correctos e incorrectos: Accedemos a calificar como correcto aquello que se enlaza con nuestros principios, valores y normas morales; por supuesto, como incorrecto, todo aquello que es contrario.

Podemos aseverar que no pecamos de ignorantes, conocemos y diferenciamos por mérito propio y social los actos humanos, entonces, ¿por qué renacemos diariamente en una sociedad plegada de injusticias?

Es allí donde ingresa la labor filosófica e intensifica todo aquello que creemos conocer. Para poder posicionarnos y aclarar algunas posturas éticas y morales. Primero tenemos que advertir sobre las posiciones éticas y morales utilizadas frecuentemente, para así llegar a nuestra propuesta.

Entonces podemos resaltar la idea de que no conseguimos unificarnos como sociedad moral y mucho menos ética. Para poder entender los conceptos de sociedad moral y sociedad ética es importante entender la ética como la disciplina racional y sistematizadora de principios y la moral como la actitud emocional de circunstancias diferentes, pero no distantes.

Polo (2004) nos aproxima a la primera versión, la cual consiste en considerar a la ética una disciplina teórica que pertenece a la filosofía, cuya tarea es estudiar la moral. Por lo tanto, podemos decir que existirían problemas éticos distintos de los problemas morales. Por ejemplo, tipos de problemas éticos serían los siguientes: ¿Qué es el bien? ¿Qué es la justicia? ¿Cuándo una norma es moral? Etc. Y tipos de problemas morales serían: ¿Debo decirles la verdad a mis padres? ¿Puedo utilizar a mi amigo para lograr mis propios fines? ¿Puedo faltar a la verdad para no dañar a mi hermano?

En la segunda versión, Polo (2004) concibe a la ética como una actividad social y política, mientras que la moral sería el ámbito de la subjetividad. En otras palabras, se entiende la ética como una razón objetiva y la moral como una razón subjetiva, esta forma de entender la moral está marcada por la concepción liberal del hombre y de la vida humana, donde la moral se convierte en un asunto privado, mientras que, el ámbito de lo ético puede ser el lugar de los consensos.

En la tercera versión, la ética es el arte de aprender a vivir bien (Polo, 2004). Por lo tanto, abarca y trasciende lo moral, la moral se reduciría al ámbito personal-social donde experimentamos con valores, normas, juicios, etc. En otras palabras, contenidos transmitidos por la tradición. Los problemas morales son importantes en tanto que ahí ejercitamos nuestro pensamiento reflexivo y crítico, ese hecho marcaría el inicio del pensar ético.

Por último, la cuarta y última versión es aquella que no hace ninguna distinción entre ética y moral, ya que todo se da en nuestra misma realidad.

Evidentemente las mencionadas posturas generan controversia, pues al tener una variedad de definiciones, muchos se identificarán y defenderán la que mejor se ajuste a sus fines académicos o personales.

Entonces podemos resaltar la idea de que no conseguimos unificarnos como sociedad moral y mucho menos ética. Para poder entender los conceptos de sociedad moral y sociedad ética es importante entender la ética como la disciplina racional y sistematizadora de principios y la moral como la actitud emocional de circunstancias diferentes, pero no distantes.

En breves palabras, la ética es racional y la moral emocional, obviamente para poder tener una sistematización de principios primero tenemos que pensar y repensar nuestras acciones morales.

De acuerdo con el párrafo anterior ética y moral son distintas, pero se necesitan una de la otra, por ejemplo:

Hoy, la neurociencia, a la luz del proceso evolutivo, nos enseña que el ser humano es un ser unitario, es decir, no dividido en dualismos (espíritu-cerebro). Desde esta perspectiva, la mente, los juicios morales, los conceptos como verdad, libertad, la conciencia del mundo y de nosotros mismos, son simplemente el funcionamiento del cerebro condicionado por factores externos y codificados en el tiempo. (Araujo, J. 2013, p. 135)

Si la neurociencia nos concibe como ser unitario individualmente ¿Por qué no podemos ampliar nuestra unificación para con la sociedad? Lo que sucede es que disentimos unos de otros y pocas veces podemos encajar como un engranaje.

Hablamos de ética y moral, pero parece imposible unificar nuestros conceptos con nuestra sociedad. La racionalidad le es indiferente a la emoción, es allí donde se genera todo el problema.

De nada nos sirve una racionalización ética si va a disentir de la emoción moral, tienen que trabajar de la mano para poder mejorar nuestra sociedad y así alcanzar la sociedad ética y moral.

Referencias bibliográficas

Araujo Frías, J. (2013). Aproximación hacia una Educación sentipensante. Sophia, Colección de Filosofía de la Educación, núm. 14, 2013, pp. 129-140. Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Extraído de: https://www.redalyc.org/pdf/4418/441846099006.pdf

Polo, M. (2004). La morada del hombre. Fondo Editorial UNMSM.

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