Jaime Araujo-Frias
jaraujof@unsa.edu.pe
Con el pensamiento crítico está pasando lo mismo que con la democracia: todos creen saber lo que es y todos creen ejercerlo. El objetivo de esta columna es reflexionar sobre lo que entiendo y practico como pensamiento crítico.
La crítica es un modo de conciencia, pero también de existencia. Pensar de manera crítica es ver problemas donde otros ven normalidades, identificar alternativas donde muchos sólo ven regularidades, disentir cuando se nos quiere imponer una verdad. El pensamiento crítico nace de la realidad y vuelve a ella para comprenderla de la mejor manera posible con el objetivo de transformarla. El pensamiento crítico no se nutre de cualquier realidad, sino de aquella sufriente y doliente que aqueja a nuestro pueblo y nos interpela, por ejemplo, en el rostro de la niña o del anciano hambriento que todas las mañanas revuelve la basura para encontrar restos de comida.
El pensamiento crítico es una tarea seria. No solamente requiere capacidad cognitiva para argumentar de manera coherente y ordenada, sino, sobre todo, exige capacidad emotiva para dejarse interpelar por el sufrimiento humano. Realizar esta tarea demanda criterios materiales de evaluación para que el pensar no se pierda en la frondosidad carcelaria de las apariencias y los formalismos.
Pensar de manera crítica es una tarea cognitiva, pero también emotiva. Porque no existe razón sin emoción. Los seres humanos somos seres emocionales que razonamos: la cognición sin emoción es paralítica; la emoción sin cognición es incontrolable (Marina, 2019). Esta situación exige una toma de conciencia y de existencia frente a la realidad con la cual nos relacionamos cotidianamente. Ahora bien, se ha dicho que el pensamiento es crítico o no es pensamiento. Nosotros disentimos con dicha afirmación, y argumentamos que no todo pensamiento es crítico por sí mismo. Y tampoco nadie es crítico por autodenominarse como tal.
El pensamiento crítico es una tarea seria. No solamente requiere capacidad cognitiva para argumentar de manera coherente y ordenada, sino, sobre todo, exige capacidad emotiva para dejarse interpelar por el sufrimiento humano. Realizar esta tarea demanda criterios materiales de evaluación para que el pensar no se pierda en la frondosidad carcelaria de las apariencias y los formalismos. Al respecto, conviene tener en cuenta lo que nos sugiere Hinkelammert (2007), a nuestro juicio, uno de los pensadores contemporáneos más lúcidos e incisivos del pensamiento crítico latinoamericano:
La crítica del pensamiento crítico la constituye un determinado punto de vista, bajo el cual la crítica se lleva a cabo. Este punto de vista es el de la emancipación humana. En este sentido, es el punto de vista de la humanización de las relaciones humanas mismas y de la relación con la naturaleza entera (p. 401).
En efecto, como apunta nuestro autor, el pensar crítico no es un mero pensar la realidad sin referencia a nada ni a nadie. Si no que refiere en última instancia a la afirmación de la vida humana, a su producción, reproducción y desarrollo en comunidad. Porque “la vida humana en comunidad es el modo de realidad del ser humano y, por ello, al mismo tiempo, es el criterio de verdad [y criticidad] práctica y teórica” (Dussel, 2001, p. 103). Lo cual, además, presupone el cuidado y protección del espacio que habitamos, porque para que exista vida humana primero tiene que existir naturaleza: destruirla es destruimos a nosotros mismos. Nuestro destino corre la suerte del destino de la naturaleza.
Finalmente, el pensamiento crítico es una actividad intelectiva, pero, sobre todo, es una actividad existencial: se ejerce existencialmente. De ahí que, si el pensamiento crítico pretende cambiar la realidad en la que vimos para mejorarla, primero debe empezar por cambiar la vida de quien lo ejerce. Si no lo hace, es cualquier cosa, menos pensamiento crítico.
Referencias bibliográficas
Dussel, E. (2001). Hacia una filosofía política crítica. Desclée de Brouwer.
Hinkelammert, F. (2007). “Pensamiento crítico y crítica de la razón mítica”. http://biblioteca.clacso.edu.ar/Costa_Rica/dei/20120706111924/pensamiento.pdf .
Marina, J.A (2019). Historia visual de la inteligencia. De los orígenes de la humanidad a la inteligencia artificial. Conecta.