La dictadura del discurso

John M. Romero-Montalvo

johnmontalvoromero@gmail.com

Cómo habrá sido de escandalosa la gestión de Dina Boluarte al momento de lidiar con las protestas en su contra, que el uso de la posverdad ha sido la fiel herramienta para intentar —con gran fracaso— cubrir o justificar sus medidas autoritarias. Un complejo fenómeno que hemos logrado apreciar en las distintas campañas electorales en nuestro país. Sin embargo, para intentar comprender de mejor manera a lo que hacemos alusión, es conveniente apoyarnos en el  Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), que señala a la posverdad como «la distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales», o en el Cambridge Dictionary, en el que se indica que la posverdad está ligada a una situación en la que las personas son más propensas a aceptar un argumento basado en sus emociones y creencias, en lugar de uno basado en hechos. Es con estas afirmaciones que podemos tener una idea de la estrategia que ha tomado el régimen de Boluarte junto a su aparato mediático para sobrellevar la innegable crisis en el Perú.

En principio, la causalidad del fenómeno de la posverdad obedece, según Caridad-Sebastián (2018), especialista en ciencias de la información, a tres características fundamentales. La primera de ellas consiste en los hábitos ciudadanos conformados a partir del acceso y el uso de la información, la segunda en la polarización social y económica que el capitalismo espectacular ha producido y, finalmente, el contexto y las circunstancias tecnológicas que inciden en prácticamente todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos, produciendo así una nueva cultura (p. 893). Bajo esa lógica es importante destacar que la manipulación de la información, que puede conllevar a la desinformación, la información incompleta o a las noticias falsas, puede tener su origen de forma espontánea, no obstante, en las circunstancias en la que nos encontramos. Esta parece ser una labor oficialista, es decir, un trabajo previamente coordinado desde el actual gobierno y sus satélites.

Por tanto, teniendo en consideración definiciones y el espectro en el que desarrolla la posverdad, en menester sopesar algunas situaciones que reflejan la campaña de mentiras, desinformación, tergiversación, difamación, etc., que desde el inicio de las protestas han sido compartidas desde el gobierno y medios afines con el objetivo de quitar relevancia a las movilizaciones contra Dina Boluarte.

Bajo esa lógica es importante destacar que la manipulación de la información, que puede conllevar a la desinformación, la información incompleta o a las noticias falsas, puede tener su origen de forma espontánea, no obstante, en las circunstancias en la que nos encontramos.

Un caso bastante conocido y recurrente al momento de querer deslegitimar una movilización es relacionarla con Sendero Luminoso (SL), grupo terrorista que tuvo su auge en los años ochenta, para que de esta manera se logre estigmatizar al manifestante y posteriormente justificar la violenta represión. De esta fórmula se ha tenido bastante, en un primer momento por parte de grupos de extrema derecha y posteriormente con autoridades, ese es el caso de José Zavala, jefe de la DIRCOTE (Dirección Contra el Terrorismo), quien en una entrevista para el diario Perú21 mencionó que “Sendero Luminoso está presente en todo el país”, explicando, según él, la filtración de miembros del ex grupo armado en todos los levantamientos generados desde diciembre del 2022. No contento con ello, el “experto” tuvo una presentación en la televisora Panamericana afirmando que SL nunca desactivó su trabajo revolucionario y que, por el contrario, habría copado más espacios a nivel nacional. La cereza del pastel de tan sofisticadas declaraciones la puso al mencionar que Abimael Guzmán y SL habían sido los pioneros en buscar un cambio de Constitución por medio de una Asamblea Constituyente, una clara intensión de estigmatizar a quienes buscan el cambio de la Carta Magna. ¿Cómo creer en alguien cuyo único sustento argumentativo es decir “tenemos la sospecha”? ¿Cómo confiar en una autoridad que mira a SL hasta en la sopa, pero que no evidencia trabajo alguno en su lucha contra el terrorismo? ¿Será acaso una estrategia discursiva o una incompetencia total?

Otro ejemplo es la postura tomada por algunos “líderes de opinión” que ahora defienden a Boluarte, pese a señalarla de comunista y terrorista durante la campaña del 2021. Nos referimos en esta oportunidad a Jaime de Althaus, quien en una columna para el diario El Comercio expresó que los distintos gremios congregados en las marchas solo son el furgón de cola del “neosenderismo”. Para el jubilado presentador resulta inverosímil creer que las protestas gestadas en el sur no son independientes de estrategias subversivas dispuestas a incendiar el Perú.

Sin embargo, frente a esta clara campaña política y comunicacional con intentos de implantar una narrativa que opaque las protestas, los hechos objetivos acompañados de investigación son la mejor arma para combatir la posverdad. Así se pudo ver en el penoso caso de  Víctor Santisteban Yacsavilca, adulto de 55 años que perdió la vida en las manifestaciones del pasado 28 enero, ya que al publicarse la autopsia, en que se indicaba la causa del deceso a  un “elemento contundente duro”,  diversos voceros del presente gobierno salieron en varias entrevistas a señalar que la muerte de Victor había sido causada por una piedra, cuando gracias a las declaraciones de testigos y  varios videos se pudo constatar que fue un policía el que finalmente terminó disparando contra Santisteban Yacsavilca.

Asimismo, un hecho escandaloso que debería llamar enormemente la atención es lo revelado por un periodista de la cadena internacional CNN cuando cubría las protestas en Juliaca, debido a que al indagar sobre las 17 personas que murieron en un día, se encontró con duras declaraciones de miembros de la PNP que afirmaban haber recibido la orden directa de disparar, cuando el Gobierno negó innumerables veces haber dado la orden de ejercer disparos contra los manifestantes. Lamentablemente, este llamativo destape no tuvo mayor cobertura por los grandes medios, y a la fecha sigue habiendo familias clamando justicia para encontrar a los responsables de tan crueles asesinatos.  

Para culminar, las presentes situaciones antes expuestas demuestran que el Perú vive su peor momento, en donde las estrategias discursivas nos remontan a las épocas oscuras de la dictadura de los 90. Momentos complicados donde la verdad parece desaparecer frente a un aparato cargado de posverdad para normalizar lo irracional. Momentos de incertidumbre y con pocas esperanzas de mejora al corto plazo que hacen de la duda de Jean Pierre Dupuy una premisa colectiva, “¿Hay que estar loco, o fingir estarlo, para ser creíble?” (como se cita en Žižek, 2023). La derecha gobierna y no descansará hasta imponer su agenda, sus intereses, la única forma de resistir parece ser denunciar los abusos cometidos, dar la lucha en el plano de las palabras. De lo contrario, solo quedará esperar la concretización de lo más perverso de una distopía.

Referencias bibliográficas

Caridad-Sebastián, M., Morales-García, A. M., Martínez-Cardama, S. y García, F. (2018). Infomediación y posverdad: el papel de las bibliotecas (Infomediation and post-truth: The rol of libraries). El Profe-sional de la Información, 27(4), 891-898. http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2018/jul/17.html

De Althaus, J. (2023). Furgón de cola del neosenderismo. El Comercio. https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/sendero-luminoso-movadef-protestas-furgon-de-cola-del-neosenderismo-por-jaime-de-althaus-noticia/

Reyes Quinteros, A. (2023). Jefe de la Dircote, José Zavala: “Sendero Luminoso está presente en todo el país”. Perú21. https://peru21.pe/politica/protestas-en-peru-camarada-cusi-jefe-de-la-dircote-jose-zavala-sendero-luminoso-esta-presente-en-todo-el-pais-ayacucho-noticia/

Žižek, S. (2023).  ¿Qué nos espera? Revista Jacobin. https://jacobinlat.com/2023/01/30/zizek-que-nos-espera/

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